El ‘microaprendizaje’ emplea píldoras de aprendizaje en forma de vídeos de pocos minutos, minijuegos, infografías o podcasts que dinamizan las clases, favorecen la motivación y ayudan a retener el conocimiento.
Es la hora de la clase de Historia y un grupo de estudiantes de 1º de ESO comienza la clase visualizando una infografía sobre los pueblos prerromanos y algunas de sus principales características. Como se trata de pequeños esquemas, los copian en su libreta durante los 5 minutos que dura la proyección y luego escuchan atentos la explicación de su profesor, que va desgranando paso a paso cada uno de los aspectos que recoge. Este sería un ejemplo de microaprendizaje, la técnica para adquirir conocimientos que se suministran en pequeñas dosis o unidades autosuficientes llamadas microcontenidos o píldoras de aprendizaje.
Especialmente útil para adquirir nuevos conceptos y recordar los que ya se han estudiado, el ‘microlearning’ parte de la idea de que el alumnado aprovechará estas pequeñas píldoras de información sobre un tema concreto y de manera estructurada para asimilar mejor el temario. Asimismo, permite plantear ejercicios y contenidos complementarios y de refuerzo con los que atender a la diversidad. Estos son los principales beneficios que proporciona esta técnica:
Aporta dinamismo y versatilidad
Es una forma de acceso rápido a la información. Se trata de contenidos con potencial para estar siempre disponibles para los estudiantes (cuando se comparten con ellos en la nube o por correo electrónico, después de haberlos tratado en clase), y que se pueden consumir en cualquier lugar y momento. Además, es muy versátil: “es posible representar la información en forma de vídeos, podcast o infografías que facilitan la agilidad del aprendizaje”, indica Ana Delgado, Chief Education Officer de la escuela digital de negocios The Valley.
Estas dos características hacen que la metodología sea adecuada para alumnado de cualquier etapa educativa, como reconoce Óscar Fuentes, CEO y Fundador de la escuela de negocios IEBS (Grupo Edutech): “Sin duda, es eficaz en todos los niveles. Complementar una explicación en clase con contenidos específicos en cualquier formato aumenta la eficacia del aprendizaje y permite profundizar más a aquellos más avezados”.
Multiplica la motivación
Otra de las ventajas que se derivan del uso del ‘microlearning’ es el aumento de la motivación “por su facilidad de uso y el sentimiento de ‘carencia de esfuerzo’”, indica Claudio Bravo, director de Smartraining España, una empresa especializada en el desarrollo de recorridos pedagógicos. Al tratarse de una metodología atractiva a nivel visual que permite presentar una misma lección o unidad de aprendizaje de muchas formas, siempre con un formato breve, llama la atención del alumnado que, además, “no se da cuenta” de que está aprendiendo (minijuegos, cuestionarios, kahoots…).
La clave es realizar sesiones dinámicas en las que se ofrezca contenido atractivo que los estudiantes puedan consumir cuando quieran. En palabras del docente y colaborador proyecto Edupils de INTEF, Juan Expósito, el microaprendizaje “los empodera, ya que son ellos quienes gestionan sus tiempos y sus ritmos, y los hace activos, ya que experimentan diversos estilos de aprendizaje, como pueden ser el el aula invertida, la gamificación…”.“Aun así, hay que tener precaución con que esta sensación gratificante inmediata no distraiga de un empeño en el esfuerzo cognitivo (constancia, aprendizaje a partir de los errores…)”, advierte Ángel Sobrino, Vicedecano de Ordenación Académica en Universidad de Navarra.
Ayuda a retener el conocimiento
La brevedad de los recursos que se emplean en el microaprendizaje es determinante a la hora de asimilar y recordar el temario, y es que los expertos coinciden en que presentar información en pequeños fragmentos ayuda a los alumnos a retener mejor el conocimiento. “Adapta el aprendizaje al estilo de vida actual de los alumnos, que ya no pueden mantener la concentración por más de 12 minutos, sobre todo si tienen el móvil delante”, destaca Bravo (Smartraining).
No es el único que comparte esta opinión. “Por mi experiencia, es difícil recordar todo lo que se ha tratado en una clase de 2 horas y mucho menos todo lo tratado en el curso. Pero los alumnos si suelen recordar bastante bien al finalizar la etapa escolar algunas de las experiencias concretas de microaprendizaje”, explica Miguel Ángel Muras, cofundador de la plataforma de diseño de microcursos Snackson. En resumen, aplicar esta metodología “otorga la posibilidad de aprender de forma entretenida y sin esfuerzos, en menos tiempo y con niveles de comprensión y retención de contenidos hasta un 60% más altos que con la educación tradicional», concluye Sobrino (Universidad de Navarra).
Fuente: Pepa Agüera / educaciontrespuntocero.com
