Close Menu
REDEMREDEM
  • Inicio
  • Nosotros
    • Quienes Somos
  • Organizaciones
    • EDUVIRTUAL
    • SELLO EDITORIAL REDEM
    • REDIP
    • CIIED
    • OIIE
    • REED
    • ALFABETIZACIÓN DIGITAL
    • PORTAL INFANCIA
    • RED KIPUS
  • Membresías
    • Membresía Personal REDEM
    • Membresía Académica REDEM
    • Membresía Institucional REDEM
    • Membresía y Certificación para Grupos de Investigación
  • INNOVA
    • Mentorías
    • Crea-Impulsa
    • Certificado de Calidad
    • Programa de Referidos
    • Franquicias REDEM
  • Boletines
  • Editorial
  • Suscrípciones
  • Directorio
    • Directorio de Universidades
    • Directorio de Colegios
    • Directorio de Instituciones y Organizaciones
  • Recursos
    • Biblioteca
    • Artículos REDEM
  • Contáctenos
Facebook X (Twitter) Instagram YouTube LinkedIn
  • ÁFRICA
    • Angola
    • Argelia
    • Camerún
    • Egipto
    • Kenia
    • Libia
    • Marruecos
    • Nigeria
    • Sudáfrica
  • AMÉRICA SUR
    • Argentina
    • Bolivia
    • Brasil
    • Chile
    • Colombia
    • Ecuador
    • Paraguay
    • Uruguay
    • Perú
    • Venezuela
  • AMÉRICA CENTRAL y CARIBE
    • Costa Rica
    • Cuba
    • El Salvador
    • Guatemala
    • Honduras
    • Jamaica
    • Nicaragua
    • Panamá
    • Puerto Rico
    • República Dominicana
  • AMÉRICA NORTE
    • Canadá
    • Estados Unidos
    • México
  • ASIA
    • China
    • Corea del Sur
    • Filipinas
    • India
    • Indonesia
    • Israel
    • Japón
    • Pakistán
    • Rusia
    • Tailandia
    • Turquía
  • EUROPA
    • Alemania
    • Bélgica
    • Dinamarca
    • España
    • Finlandia
    • Francia
    • Italia
    • Portugal
    • Reino Unido
    • Suiza
  • OCEANÍA
    • Australia
    • Nueva Zelanda
Facebook X (Twitter) Instagram YouTube LinkedIn
REDEMREDEM
Suscripción
  • Inicio
  • Nosotros
    • Quienes Somos
  • Organizaciones
    • EDUVIRTUAL
    • SELLO EDITORIAL REDEM
    • REDIP
    • CIIED
    • OIIE
    • REED
    • ALFABETIZACIÓN DIGITAL
    • PORTAL INFANCIA
    • RED KIPUS
  • Membresías
    • Membresía Personal REDEM
    • Membresía Académica REDEM
    • Membresía Institucional REDEM
    • Membresía y Certificación para Grupos de Investigación
  • INNOVA
    • Mentorías
    • Crea-Impulsa
    • Certificado de Calidad
    • Programa de Referidos
    • Franquicias REDEM
  • Boletines
  • Editorial
  • Suscrípciones
  • Directorio
    • Directorio de Universidades
    • Directorio de Colegios
    • Directorio de Instituciones y Organizaciones
  • Recursos
    • Biblioteca
    • Artículos REDEM
  • Contáctenos
REDEMREDEM
Home»Artículos»Por qué los grupos de infantil no deberían ser de más de 10 niños

Por qué los grupos de infantil no deberían ser de más de 10 niños

3 septiembre, 20257 Mins Read
Facebook Twitter LinkedIn Telegram Pinterest Tumblr Reddit Email
Share
Facebook Twitter LinkedIn Pinterest Email
EDUVIRTUAL

Imaginemos un grupo de veinte niñas y niños de 2 y 3 años en un aula. Son muy activos, algunos acaban de incorporarse a la escuela. Tras reunirlos en corro, Verónica, una de las dos educadoras del grupo, les pregunta por la tormenta del día anterior: “¿Con quién estabais cuando cayó la granizada?”

Como es lógico, las respuestas se producen de forma desordenada y se forma cierta algarabía: varios hablan a la vez, otros se levantan, saltan. Verónica intenta que se sienten y les anima a escuchar. Al terminar, solo unos pocos logran compartir su experiencia y recibir una respuesta directa de Verónica o Miriam, sus dos “profes”. Otros intervinieron una o dos veces, sin que nadie les respondiera directamente.

INVITACIÓN REDEM

En un grupo tan amplio de niños tan pequeños esta escena es habitual. Sin embargo, no poder establecer un verdadero diálogo con las educadoras o sus compañeros puede tener efectos a largo plazo para los pequeños, especialmente si se vuelve algo recurrente.

La importancia de la ratio en infantil

Las habilidades comunicativas y lingüísticas que desarrollamos en los primeros años no se adquieren mediante instrucción formal, sino que se construyen en las interacciones cotidianas que tienen lugar en casa, en la comunidad o en la escuela. Es en estos espacios donde aprendemos a tomar la palabra, ser escuchados, escuchar a otros, respetar turnos y atender incluso al habla que no va dirigida directamente a nosotros.

En la escuela infantil, el número de participantes por grupo es clave para garantizar la participación activa y la inclusión. Pero ¿cuál es la proporción adecuada para que eso ocurra?

Algunas organizaciones internacionales han establecido recomendaciones claras. Es el caso de organizaciones británicas y australianas, como la National Association for the Education of Young Children, el Early Years Foundation Stage o el National Quality Framework. Todas coinciden en recomendar un adulto por cada cuatro niños en grupos de bebés y niños de un año (con un máximo de ocho). A partir de los dos años, proponen un adulto cada cuatro niños, bien uno cada seis en grupos de hasta doce participantes.

La Comisión Europea, en cambio, no fija una ratio concreta, ya que depende de la regulación de cada país, pero insiste en garantizar ciertos estándares de calidad. En su guía de 2021 se destaca el ejemplo de Suecia, con un adulto por cada tres bebés y uno por cada siete niños menores de tres años (Comisión Europea, 2021).

¿Cuál es la ratio en España?

España, junto con Croacia, es uno de los países europeos que permite un mayor número de niños por adulto en educación infantil. Aunque las cifras varían según la Comunidad Autónoma, las diferencias son significativas. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se permite una educadora para cada ocho bebés, 16 niños y niñas en el grupo de 1-2 años, y hasta 20 en el grupo de 2-3 años, con una figura de apoyo compartida entre varias aulas.

Otras comunidades optan por ratios más ajustadas. En Navarra, por ejemplo, se fijan en 8, 12 y 16 para los grupos de 0-1, 1-2 y 2-3 años, respectivamente. En Canarias, las cifras suben ligeramente: 8, 13 y 18.

¿Qué implica esta proporción en una etapa tan importante para el desarrollo del lenguaje? La evidencia no es unánime: algunos estudios no encuentran una relación directa entre la ratio y el desarrollo del lenguaje, mientras que otros muestran que los niños en grupos más numerosos tienden a obtener puntuaciones más bajas en pruebas de lenguaje.

Hablar más o menos en el grupo de infantil

En una investigación reciente, realizada en aulas de educación infantil de la Comunidad de Madrid y Toledo, analizamos cuántas oportunidades reales tienen los niños y niñas de participar verbalmente en actividades grupales y cómo influye el tamaño del grupo en esas interacciones. Los resultados son contundentes: cuantos más niños hay en el grupo, menos oportunidades tiene cada uno de hablar y ser escuchado, incluso cuando participa más de una educadora.

El efecto es aún mayor en los grupos de los más pequeños. No es tanto la ratio adulto-niño lo que determina la participación verbal, sino el tamaño total del grupo. En la práctica, un grupo de 8 niñas y niños con una educadora favorece más las interacciones lingüísticas que un grupo de 16 con dos educadoras.

Oportunidad de participar y habilidades del lenguaje

Las niñas y niños que menos hablan son también quienes tienen menos oportunidades de recibir habla dirigida específicamente a ellos, sobre todo en grupos numerosos. En nuestro estudio, realizado con grupos de entre 9 y 16 niños y niñas de 2-3 años, observamos diferencias claras en la participación.

En la ventana de dos segundos después de intervenir en una actividad grupal, la educadora puede responder al niño o niña directamente, contestar a otro niño o, simplemente, dirigir su respuesta al grupo en general. En los grupos grandes, quienes participan menos o tienen menor vocabulario son los que tienen menos probabilidades de recibir una respuesta individualizada.

Por ejemplo, si un niño dice “¡Lluvia!”, y la educadora responde “Sí, cayó mucha lluvia ayer, ¿te asustaste?”, está reconociendo y ampliando su intervención. Pero cuando hay muchos niños en el grupo, y especialmente si algunos tienen más iniciativa verbal que otros, estas respuestas se reparten de manera desigual.

La importancia del énfasis y los gestos

En nuestro estudio observamos que las educadoras y educadores recurren a distintas estrategias de énfasis (como autorrepeticiones o gestos sincronizados) tanto al dirigirse a un niño o niña en concreto como al grupo entero.

Otros trabajos, en España y en otros países, muestran que la combinación de habla y gesto (cuando el adulto señala, mueve las manos o enfatiza visualmente lo dicho) resulta clave para que los niños pequeños entiendan y participen en las interacciones. A menudo, además, los gestos del adulto se sincronizan con los del niño, generando momentos especialmente ricos para el aprendizaje y la interacción.

Ahora bien, en nuestro estudio vimos que este tipo de énfasis multimodal se emplea mucho más al hablar al grupo entero que al responder a un solo niño de forma individual. Y esta diferencia se acentúa cuanto mayor es el número de niños en el aula.

El tamaño del grupo y la igualdad de oportunidades

Nuestros hallazgos muestran que, en grupos de más de diez niños y niñas de entre 1 y 3 años, la participación activa en las interacciones grupales no está garantizada, incluso con varios adultos presentes.

Esto limita sobre todo a quienes tienen un menor nivel lingüístico, que son precisamente quienes más se beneficiarían de recibir habla dirigida y respuestas individualizadas. La consecuencia es clara: menos participación implica menos oportunidades para desarrollar habilidades comunicativas. Y cuando esas oportunidades no se reparten de forma equitativa, se amplían las desigualdades desde los primeros años de vida.

Estos resultados invitan también a repensar cómo se organiza la acción educativa cuando hay más de una educadora en el aula. Contar con dos profesionales no debería reducirse a “más manos”, sino a la posibilidad real de dividir al grupo en momentos clave, favoreciendo interacciones más individualizadas, sobre todo con los niños y niñas que menos hablan. Reducir la ratio es importante, pero no basta: es necesario reorganizar tiempo y espacio para garantizar que todos puedan hablar, escuchar y ser escuchados.

Fuente: Marta Casla Soler y Ana Moreno Núñez / Colaboración: Alba Torres Mendoza / theconversation.com

REDEM
alumnos aprendizaje educacion escuelas estudiantes niños
Share. Facebook Twitter Pinterest LinkedIn Tumblr Email
EDUVIRTUAL

Related Posts

Oppenheimer: ¿El fin de los maestros? Las escuelas que enseñan con IA

18 octubre, 2025

El plurilingüismo en la escuela: ventajas de aprender varios idiomas

15 octubre, 2025

Salud mental en educación superior: un desafío institucional

13 octubre, 2025

Liderazgo pedagógico: cómo los maestros inspiran cambios más allá del aula

10 octubre, 2025

¿Se aprende mejor participando en clase?

8 octubre, 2025

Fortalecimiento de la alfabetización en la escuela secundaria: lo que los educadores necesitan saber

6 octubre, 2025
Leave A Reply Cancel Reply

Busque el tema de su interés
Banner REDEM
Acerca de REDEM
Acerca de REDEM

REDEM es una plataforma de difusión y manejo de nuevas herramientas, metodologías de enseñanza que se auto-alimenta de experiencias compartidas por docentes, centros e instituciones educativas a nivel internacional en sus diferentes formas y niveles de educación.

Busque el tema de su interés
Últimas publicaciones

Oppenheimer: ¿El fin de los maestros? Las escuelas que enseñan con IA

18 octubre, 2025

El plurilingüismo en la escuela: ventajas de aprender varios idiomas

15 octubre, 2025

Salud mental en educación superior: un desafío institucional

13 octubre, 2025
Facebook X (Twitter) Instagram YouTube LinkedIn
© 2025 REDEM. Designed by Red Educativa Mundial.

Type above and press Enter to search. Press Esc to cancel.