Todo educador aspira a inculcar en sus alumnos un amor por el aprendizaje que dure toda la vida. Nos esforzamos por que cada lección sea atractiva y, al mismo tiempo, despierte en cada niño la curiosidad, el asombro y el descubrimiento.
Desafortunadamente, no siempre lo logramos, y informes recientes sugieren que los estudiantes de hoy tienen dificultades para conectar con el material que se les enseña en la escuela, especialmente en las áreas STEM. Si bien existen muchos posibles culpables detrás de estas cifras (menor capacidad de atención, la presencia de teléfonos, la dependencia de la IA, etc.), los educadores deberían tomarse un momento para reflexionar y desarrollar estrategias al preparar una nueva lección para su clase. Si realmente queremos fomentar una mentalidad de crecimiento en nuestros estudiantes, debemos ofrecerles lecciones que los inviten a involucrarse en el proceso de aprendizaje.
Una forma de lograrlo es mediante la gamificación. La gamificación incorpora los elementos motivadores de los juegos a las clases diarias. Aumenta la participación de los estudiantes, fomenta la perseverancia y promueve una mentalidad de crecimiento. Cuando se utiliza estratégicamente, ayuda a los estudiantes a responsabilizarse de su progreso y fomenta la creatividad y la colaboración sin sacrificar el rigor académico.
A continuación se presentan solo cuatro formas en que los educadores pueden transformar su aula a través de la gamificación lúdica:
- Introducir puntos e insignias: Los videojuegos modernos como Pokémon y Minecraft suelen usar logros para guiar a los nuevos jugadores a través del juego. Los profesores pueden hacer lo mismo asignando puntos a diferentes actividades que los estudiantes pueden realizar a lo largo de la semana. Estos puntos de experiencia también pueden servir como moneda que los estudiantes pueden canjear por pequeñas recompensas, como tiempo libre adicional o una fiesta de pizza de fin de curso.
- Crea tableros de opciones: Los tableros de opciones ofrecen a los estudiantes diversas opciones de tareas, cada una con un valor en puntos o un nivel de dificultad. Puedes asignar temas o insignias por completar las tareas en una secuencia determinada (por ejemplo, «completar una columna» o «completar una de cada nivel de dificultad»). Esto permite a los estudiantes controlar su propio ritmo de aprendizaje, sin dejar de alcanzar los objetivos clave.
- Organiza una escapada digital: Las salas de escape virtuales y las escapadas digitales son ideales para fomentar la participación y animar a los estudiantes a pensar de forma innovadora. Al desafiar a los estudiantes a resolver acertijos basados en contenido para desbloquear «candados» o avanzar en escenarios, se les anima a pensar creativamente y a colaborar con sus compañeros. Son la actividad ideal para repasar el trabajo de clase y reforzar conceptos clave en todas las asignaturas.
- Evaluaciones de combates contra jefes: Esta actividad de repaso gamificada permite a los estudiantes «combatir» contra un personaje ficticio respondiendo preguntas o completando tareas. Cada respuesta correcta les ayuda a derrotar al jefe, lo cual se puede registrar con puntos, barras de salud o medidores de progreso. Este atractivo formato convierte la práctica en un desafío colaborativo, generando entusiasmo y reforzando el dominio del contenido.
Si se implementa correctamente, la gamificación puede ser increíblemente divertida y gratificante para nuestros estudiantes. Con el semestre de otoño acercándose, nunca ha habido un mejor momento para preparar lecciones que despierten la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico de los estudiantes.
Podemos mostrarles a nuestros estudiantes que aprender STEM no es una tarea, sino una puerta al descubrimiento y la emoción. Así que, preparen sus lápices y que empiece la diversión.
Fuente: Cory Kavanagh / eschoolnews.com