Con el inicio del nuevo año escolar, es probable que los maestros y directivos escolares se enfrenten a una dura realidad: muchos estudiantes no dominan la lectura.
Esto, por supuesto, plantea desafíos para los estudiantes, que tienen dificultades para leer textos nuevos y aplicar lo que aprenden en todas las áreas temáticas, así como para los educadores que trabajan diligentemente para apoyar la fluidez lectora de los estudiantes y su progreso académico general.
Comprender los desafíos comunes que enfrentan los estudiantes con la lectura, y saber qué estrategias de enseñanza apoyan mejor su desarrollo, puede ayudar a los educadores a lograr de manera más efectiva que los estudiantes alcancen los niveles que necesitan alcanzar este año escolar.
Comprender la ciencia del aprendizaje
Muchos distritos escolares de todo el país han invertido en currículos basados en la evidencia y fundamentados en la ciencia de la lectura para fortalecer la enseñanza de habilidades básicas como la decodificación y el reconocimiento de palabras. Sin embargo, para muchos estudiantes, especialmente aquellos que reciben intervenciones de Nivel 2 y Nivel 3, esto no ha sido suficiente para ayudarlos a desarrollar el reconocimiento automático de palabras necesario para convertirse en lectores fluidos y seguros.
Por eso, combinar la ciencia de la lectura con la ciencia del aprendizaje es tan importante para lograr una buena comprensión lectora. En pocas palabras, la ciencia del aprendizaje estudia cómo aprenden los estudiantes. Identifica las condiciones necesarias para que los estudiantes desarrollen automatización y fluidez en habilidades complejas, e incluye principios como la intercalación, la práctica espaciada, la variación de tareas, el énfasis en los contrastes, el repaso, la revisión y la retroalimentación inmediata; todos ellos esenciales para ayudar a los estudiantes a consolidar y generalizar sus habilidades lectoras.
Cuando estos principios se combinan intencionalmente con los principios de alfabetización estructurada de la ciencia de la lectura, los estudiantes son capaces tanto de adquirir nuevos conocimientos como de retenerlos, recuperarlos y aplicarlos con fluidez en nuevos contextos.
Implementación de las mejores prácticas de instrucción
Las tres mejores prácticas que se describen a continuación no solo respaldan el uso de la ciencia del aprendizaje y la ciencia de la lectura, sino que también brindan a los educadores los datos y la información necesarios para ayudar a preparar a los estudiantes para el éxito en la lectura durante este año escolar y más allá.
Es fundamental evaluar a todos los estudiantes. Resulta importante identificar las fortalezas y debilidades específicas de cada estudiante lo antes posible para que los educadores puedan personalizar su enseñanza en consecuencia.
Algunos estudiantes, incluso de los últimos cursos de primaria y secundaria, pueden carecer de habilidades fundamentales, como la decodificación y el reconocimiento automático de palabras, lo que repercute negativamente en su fluidez y comprensión lectora. El uso de pruebas de evaluación en línea centradas en la decodificación y el reconocimiento automático de palabras puede ayudar a los docentes a comprender con mayor rapidez las necesidades de cada estudiante y, así, implementar intervenciones específicas de manera eficaz.
Los datos de evaluación en línea también ayudan a los educadores a comunicarse de manera más eficaz con los padres, así como con el equipo de intervención del estudiante, de forma concisa y oportuna.
Ofrezca práctica personalizada, estructurada y sistemática. Se ha demostrado que este tipo de práctica ayuda a superar las deficiencias en las habilidades fundamentales de los estudiantes, permitiéndoles transferir con éxito sus habilidades de decodificación y reconocimiento automático de palabras a la fluidez lectora. El uso de la tecnología y los programas en línea puede optimizar la personalización necesaria para los estudiantes, a la vez que proporciona información valiosa para los docentes.
Por supuesto, en lo que respecta a la personalización de la práctica, la tecnología siempre debe complementar —no reemplazar— el papel del docente. La tecnología puede ayudar a diferenciar las preguntas y lecciones que reciben los estudiantes, hacer un seguimiento de su progreso y fomentar un entorno de aprendizaje no evaluativo. Sin embargo, la atención y la orientación personalizadas del docente son siempre la ayuda más esencial, especialmente para los estudiantes con dificultades de lectura.
Supervisar el progreso en la lectura oral. Practicar la lectura en voz alta es importante para desarrollar la fluidez, aunque puede ser una experiencia muy personal y difícil para muchos estudiantes con dificultades. Los alumnos pueden ponerse nerviosos, avergonzados o perder la confianza. Por ello, es fundamental que el profesor esté atento y mantenga una comunicación constante con el alumno al supervisar su progreso.
Cuando los docentes crean un entorno seguro y de confianza, donde los errores pueden ocurrir sin ser juzgados, los estudiantes se motivan mucho más para participar y leer en voz alta. Para fomentar esta lectura, pueden intercalar pasajes de diferentes extensiones y niveles de dificultad, o retomar el mismo texto a lo largo del tiempo para brindarles oportunidades de práctica y repaso. Al proporcionar retroalimentación inmediata y constructiva, también pueden ayudar a los estudiantes a autocorregirse y perfeccionar sus habilidades en tiempo real.
Tener un impacto medible
Todos los estudiantes pueden convertirse en lectores competentes y fluidos si se les proporcionan las herramientas, la instrucción y el apoyo adecuados, basados tanto en la ciencia del aprendizaje como en la ciencia de la lectura. Para los educadores, esto implica realizar una evaluación eficaz, ofrecer práctica estructurada y personalizada, y crear entornos donde los estudiantes se sientan cómodos aprendiendo, practicando habilidades y leyendo en voz alta con confianza.
Al implementar estas buenas prácticas, que tienen en cuenta tanto lo que los estudiantes necesitan aprender como la mejor manera en que aprenden, los educadores pueden y lograrán una diferencia cuantificable en el progreso lector de los estudiantes durante este año escolar.
Fuente: Dra. Carolyn Brown / eschoolnews.com

